Cientos de manifestantes se reunieron este domingo en el centro de la Ciudad de Miami para repudiar la muerte del afroamericano George Floyd en un segundo día de protestas que eran realizadas de manera pacífica luego que algunas de las manifestaciones del sábado terminaran en una espiral de violencia que causó el arresto de 57 personas en el condado Miami-Dade.
Los manifestantes se concentraron en las afueras del American Airlines Arenas con pancartas alusivas a la violencia policial y otras en las que se exige justicia por la muerte de Floyd en Minneapolis, después de que un policía le presionó el cuello con la rodilla, lo que ha causado indignación y desató protestas en varias ciudades de Estados Unidos.
“Estamos aquí porque estamos enojados, estamos aquí porque estamos de luto”, dijo un organizador a través de un altavoz portátil. “Tenga en cuenta que la policía no es nuestra amiga … Entonces, lo que vamos a hacer es marchar”.
El orador pidió a los manifestantes, muchos de ellos jóvenes, realizar la protesta de manera pacífica, mientras había una fuerte presencial policial en la zona.
Los manifestantes tras escuchar las disertaciones de los organizadores se trasladaron hasta la sede de la corte federal de Miami donde los prisioneros los saludaron desde las ventanas y gritaban la consigna “No puedo respirar”.
En la ciudad de Fort Lauderdale también se concentraron manifestantes en el Huizenga Park convocados por la organización Black Lives Matter Alliance de Broward.
Esa organización planeaba realizar la protesta en Ciudad de Lauderhill y fue aplazada después de una consulta con funcionarios de esa urbe y funcionarios electos.
En un esfuerzo por ayudar a la organización a realizar un evento seguro, la Ciudad de Lauderhill consideró que era lo mejor para los asistentes y la comunidad trabajar con los organizadores para posponer el evento”, informó.
Pero los organizadores dijeron que la manifestación seguiría adelante a pesar del anuncio de la Ciudad de Lauderhill.
“No tienen el poder de cancelar algo que es nuestro derecho humano básico”, dijo Tifanny Burks, coorganizadora del evento y activista de Black Lives Matter Alliance de Broward. “No tienen la autoridad para hacer eso”.
El alcalde Ken Thurston dijo que la ciudad esperaba que asistieran 200 personas, pero se enteró por las redes sociales de que el número podría aumentar a más de 1,000. Thurston dijo que esperaba reprogramar el próximo fin de semana cuando la ciudad pudiera asegurar más espacio y respaldo del Departamento de Policía del condado Broward.
Los organizadores calificaron el mensaje de la Ciudad como engañoso y dijeron que nunca aceptaron cancelar.
La presencia policial era mínima a las 4:30 p.m en la zona de la protesta donde médicos voluntarios distribuyeron máscaras y agua. Un grupo de más de una docena de asistentes blancos se ofreció como voluntario para servir como una barrera física entre las personas de color y la policía si fuese necesario.
La multitud aplaudió tan fuerte que tuvo que detenerse durante casi un minuto antes de continuar su discurso.
Kristen Herisse, de 20 años, de Pompano Beach, dijo que mucha gente se presentó el domingo porque “estamos cansados de sentarnos y hablar”.
“Ser negro es un crimen en Estados Unidos”, dijo Herisse. “Suficiente es suficiente”.
Nick Montecalvo, un maestro de debate de secundaria en el condado Broward, comentó que “pensé que era la mejor manera de ayudar” y dijo que espera que sus alumnos aprendan que la protesta es un medio efectivo para el cambio.
CERO TOLERANCIA A LA VIOLENCIA
El alcalde de la Ciudad de Miami, Francis Suárez, dijo que garantizaba el derecho de todos a protestar “apasionada pero pacíficamente” y anunció un toque de queda a las 8 p.m. del domingo hasta las 6 a.m. del lunes y estará vigente hasta nuevo aviso.
“Estoy personalmente disgustado por la injusticia racial que hemos presenciado en nuestro país. Sin embargo, el saqueo y la violencia no serán tolerados bajo ninguna circunstancia”, dijo en su cuenta de Twitter.
Luego en una conferencia de prensa expresó que hasta el momento se había hecho un “poco de justicia” en el caso de Floyd porque solo han arrestado a un policía involucrado y “falta arrestan a los tres que no actuaron para salvar la vida de ese señor cuando no podía respirar y pedía ayuda”.
Suárez declaró acompañado por los comisionados de la ciudad, el jefe de la policía Jorge R. Colina y líderes de la comunidad afroamericana y latina.
Las autoridades detallaron que solo 30 personas de las 57 detenidas el sábado eran de Miami, el resto provenía de Michigan, Nueva York, Georgia y Minnesota.
Juan Diasgranados, portavoz del Departamento de Prisiones de Miami-Dade, por su parte, informó que datos preliminares indican que 57 personas fueron arrestadas el sábado en la noche por las manifestaciones, la mayoría por violar el toque de queda impuesto por el condado al producirse hechos de violencia que incluyeron incendios de patrullas policiales y vandalismos a negocios en el centro de Miami.
“Hubo una pequeña porción de personas que vinieron de otros estados, incluidos los estados de Minnesota, Michigan y Nueva York. Esto fue confirmado por sus domicilios en el formulario de arresto”, dijo el portavoz en un comunicado.
Funcionarios de la ciudad, incluido Suárez y Colina, condenaron el saqueo y la destrucción de vehículos policiales ocurridos el sábado, dijeron que hubo manifestantes violentos que no eran de la comunidad.
No estaba claro si la policía tenía más que solo domicilios en las identificaciones para decir que la mayoría de las personas arrestadas eran de otros estados.
El comisionado Keon Hardemon, el único comisionado afroamericano de la ciudad de Miami, dijo que la frustración de varias generaciones estaba manifestándose y agregó que él también estaba presente para manifestar, pero enfatizó que los negocios que acaban de reabrir en medio de la recesión económica de la pandemia del coronavirus merecen estar en paz.
Las autoridades del condado decidieron suspender el transporte público que incluye el Metrorail, el Metromover y el Metrobús como medida preventiva para garantizar la seguridad de los pasajeros y los empleados.
“Quiero recordar a los residentes de Miami-Dade que nuestro sistema de transporte público ha suspendido sus operaciones para este domingo debido al estado de emergencia en el que estamos”, dijo el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, en su cuenta de Twitter.
Giménez impuso un toque de queda el sábado para proteger la vida de los 8 millones de residentes de Miami-Dade.
En un mensaje en video que envió tarde en la noche del sábado dijo que tomó la medida después de que algunos manifestantes empezaron a quemar vehículos de la Policía.
“Apoyo 100 por ciento las protestas pacíficas, pero este tipo de desorden no se va a tolerar (…) acabo de ver imágenes de desorden en Bayside. Este es el tipo de caos que no es aceptable (…) Con todo mi corazón estoy de acuerdo en que la justicia es necesaria en este caso. Claramente la muerte de George Floyd fue un asalto a la vida humana (…) todos debemos estar en contra de esta injusticia pero lo debemos hacer pacíficamente”, expresó Giménez.
Mohammad Asad, miembro de la junta del Consejo de ICNA para la Justicia Social, dijo que la organización también formó parte de las protestas del sábado antes de que los manifestantes se enfrentaran con la policía en el centro.
“No sé qué pasó después de que todos se dispersaron, creo que algunas de las cosas se salieron de control en algunos de los grupos. Eso es triste ”, dijo Asad.
Agregó que los grupos musulmanes se han sentido atacados por la policía en sus comunidades desde el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y se sienten obligados a protestar contra el sufrimiento de los estadounidenses negros.
“Después del 11 de septiembre sufrimos… y nos dimos cuenta de lo que estaba pasando. Necesitamos enfrentarnos a cualquier injusticia con alguien ”, dijo Asad. “Esto no es algo único que tenemos que defender y tenemos que estar al tanto”.
El Nuevo Herald