Miembros del sector de enfermería de Venezuela se concentraron este miércoles en varios estados del país para exigir al régimen un plan de vacunación contra la Covid-19 y la dotación de los hospitales con equipos, material clínico y de bioseguridad, del que, aseguran, no disponen.
En Caracas, decenas de personas relacionadas con el sector se concentraron en las cercanías del Ministerio de Salud para entregar al responsable de este cartera, Carlos Alvarado, un documento en el que plantean tres exigencias: mejoras salariales, dotación de equipamiento a hospitales y el plan de vacunación.
Las pequeñas manifestaciones se desarrollan, según el gremio, en al menos 15 estados del país con motivo del Día Internacional de la Enfermería que, a juicio de este personal, en Venezuela no se está celebrando porque no cuentan con las condiciones para ello.
La presidenta del Colegio de Enfermeros en Caracas, Ana Rosario Contreras, dijo a EFE desde la protesta que si el Gobierno no cumple con estas demandas, el personal se verá obligado a abandonar sus labores.
“De no atender nuestra solicitud (…) nos veremos en la penosa obligación de suspender nuestros servicios”, dijo Contreras.
Los enfermeros venezolanos llevan años denunciando la precariedad de las condiciones en las que trabajan y que es consecuencia de una crisis que se registra desde hace años con falta de equipos médicos, escasez de medicamentos y materiales, así como fallas en las infraestructuras de los centros de salud.
La situación se agudizó con la llegada de la covid-19 al país ya que no cuentan, según relatan, con el equipamiento adecuado para protegerse del virus y, además, hasta la fecha no se ha cumplido con la vacunación de todo el personal de salud.
Contreras dijo que de los más de 500 trabajadores de la salud que han fallecido como consecuencia de la pandemia, 111 son “personal de enfermería”.
“Hoy estamos laborando en situaciones de extrema pobreza, en condiciones de altísimo riesgo”, agregó.
En el Estado Zulia, al occidente del país, un grueso número de profesionales de la Enfermería se dió cita frente a la Basílica de la Vírgen de Chiquinquirá cargando a cuestas una cruz, con la cual querían simbolizar la agonía de la salud pública en Venezuela, con los hospitales colapsados y apenas con un diez por ciento de la población vacunada.
Hanía Salazar, Presidente del Colegio de Enfermeras puntualizó que pese a trabajar en condiciones infrahumanas estas «heroínas de la salud realizan, estoicamente, su loable labor para cuidar la vida de los pacientes, sin ningún tipo de protección, por cuanto los lotes de vacunas contra el covid-19 que han llegado a la nación han sido destinados a los burócratas del gobierno y los militantes de las organizaciones partidistas que lo apoyan.















