De la historia tenemos algunos ejemplos de administrar justicia, para ello hay anécdotas como la de Salomón cuando decide a quien devolver u otorgar la maternidad de un niño, disputado entre dos mujeres, para ello en medio de la trifulca o litigio, al ver que no había un merito convincente para cederlo a una de las dos; decide mandar a picar en dos a la criatura y repartirlo entre las mujeres por mitades. Antes que el verdugo ejecutara el corte una de ellas decidió concederle la maternidad a la opositora que había estado de acuerdo en picarlo, para que el niño no muriera. O sea, la mujer, prefería perderlo con tal que viviera, en vista de esto; Salomón decidió cederlo a la que pidió no cortarle. Conclusión sabia y certera decisión en pro de la justicia.
La actitud y aptitud del juez debe ser impoluta por ello, inhibirse de incoar juicios a parientes es propio de la ética del magistrado. Lo cual demuestra su probidad. De igual modo demuestra moral ante los parientes del agraviado y a la vez ante los parientes del que cometió el agravio.
Dostoievski pensador ruso, 18921-1881,afirmaba que el juez debía conocer en su propia persona-experiencia propia- la conducta del reo y haber experimentado el presidio para deducir conclusiones certeras y, que de hecho es una doctrina muy comunista. Contra esto, Platón afirmaba lo siguiente:
(…) un juez gobierna el alma por medio del alma y no conviene que su alma se haya educado y familiarizado con almas perversas, ni que haya pasado por toda clase de injusticias, habiéndolas cometido ella misma a fin de probar por sí misma las injusticias de los demás, tan perspicazmente como en el caso del cuerpo enfermo. Por el contrario, es necesario que carezca de experiencia y de contacto con caracteres viciosos ya desde joven, si ha de ser honesto y discernir lo que es justo.
Mi posición ante ambos postulados (Dostoyevski Vs. Platón) se alinea más a la del segundo. por cuanto, la ética del ladrón es patéticamente perversa, de modo que, si un juez ha sido ladrón y a matado con saña alevosía, premeditación y ventaja, “podría” darse el caso que haya regenerado la parte del ladrón. No obstante, este caso de regeneración no sucede igual con el sesgo de asesino, pues el instinto de conservación de la especie convierte en las mas de las veces a estos individuos en paranoicos y en la mínima suspicacia de peligro están dispuestos amatar.El delincuente tiene en su subconsciente algo que le delata, de alguna forma. Tomemos por ejemplo una máxima del ladrón respecto a cómo concibe el concepto de propiedad, cito:
“Las cosas no son de quienes las compra o las posee, sino de quien las necesita”
Este planteamiento sofista, de una lógica falaz, es propio de un grotesco solipsismo egoísta contemplado en la conducta del antisocial, si bien es cierto que las cosas son de quien las necesita lo más lógico es que las obtenga de una forma proporcionalmente social, canje, trueque, compra, mediante la dadiva etc., y no robarlas. Pues, las cosas se procuran porque se necesitan para un fin especifico, no para guardarlas, a menos que sea el caso del cumulador compulsivo, que, en todo caso es el propietario por haber obtenido el objeto de forma legal.
Gustavo Petro, político exguerrillero colombiano dijo ante la prensa lo siguiente: “las riquezas son de quien las necesita no de quien las crea, ¿Qué les parece?
JOISE MORILLO
SOCIÓLOGO
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