La Organización Mundial de la Salud (OMS) destacó que más de la mitad de las 110 mil muertes por COVID-19 registradas en Europa eran personas que vivían en residencias para mayores, una «tragedia humana inimaginable» que en el futuro podría evitarse con sensibles mejoras en ese tipo de centros.
El director para Europa de la OMS, Hans Kluge, comentó que los casos en residencias gerontológicas y otros centros similares han mostrado que el cuidado a los mayores «ha sido olvidado en Europa durante largo tiempo».
«Heredamos los valores europeos y nuestras oportunidades de esas generaciones pasadas, por lo que debemos cuidar de ellas, es nuestro deber y no podemos dejar a nadie atrás», requirió.
Kluge insistió en que el personal de los centros para mayores debe tener mejor acceso a equipamiento de protección y «una apropiada remuneración por sus largos horarios de trabajo».