Gustavo Tarre, el representante especial ante la Organización de Estados Americanos (OEA) del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, descartó que su país se vaya a retirar del organismo el próximo mes de abril y confirmó que solicitaron detener el proceso de salida iniciado por Caracas en 2017.
“Venezuela no se va de la OEA“, dijo Tarre este domingo 17 de febrero en un diálogo telefónico con EFE, un día después de que el canciller venezolano Jorge Arreaza anunció en Caracas que su país abandonará el organismo el próximo 27 de abril.
En abril de 2017, Venezuela se convirtió en el primer país en solicitar su salida de la OEA, al denunciar la carta fundacional del mecanismo de 1948, medida que se hará efectiva al cabo de dos años.
“Una de las primeras decisiones que (Guaidó) tomó fue retirar la solicitud de denuncia de lacarta de la OEA introducida por (Nicolás) Maduro”, sostuvo.
Tarre indicó que Maduro se había retirado previamente del Sistema Interamericano de Derechos Humanos tras denunciar la Convención Americana de Derechos Humanos, decisión que entró en vigor el 10 de septiembre de 2013.
Incongruencia
El representante de Guaidó consideró una “paradoja” que el embajador del Gobierno de Maduro ante la OEA, Samuel Moncada, asegure que nadie lo saca de la organización, pero “después el canciller dice que ya se van”.
“El planteamiento que sí queda claro es que Venezuela no se va: puede ser que Arreaza, que Moncada se vayan, pero Venezuela se queda, porque ya el presidente legítimo de Venezuela le solicitó a (secretario general de la OEA, Luis) Almagro que dejaran sin efecto la carta de retiro”, insistió.
A juicio de Tarre, resolver el asunto de la representación venezolana en la OEA después de esa fecha “es muy sencillo”.
“Si es que existe (para entonces) el Gobierno de Maduro, bueno ellos se van y nosotros nos quedamos”, apuntó Tarre, quien tildó de “seudogobierno” la Administración de Maduro.
Además, explicó que no ha solicitado desde su llegada a Washington un puesto en la OEA para evitar “una empujadera a ver quién se sienta en una silla”.
“Me parece que no tiene sentido y degrada lo que es la función diplomática”, argumentó.
Pago de deudas
El anuncio en 2017 de la salida de Venezuela dejó en el aire una deuda de 8,7 millones de dólares de cuotas atrasadas, más los 1,8 millones que le correspondía abonar a ese país ese año.
“Hay que pagar y en lo que empiece el presidente Guaidó a ejecutar el presupuesto nacional, evidentemente que los compromisos internacionales, entre los cuales está el pago de la cuota en los órganos multilaterales, se van a cumplir”, anticipó Tarre, quien lamentó Maduro convirtiera a Venezuela en un “Estado maula“.
Consideró que el tema económico “no es el problema importante” sino permanecer en la OEA, que describió como “el escenario en el cual los países en el hemisferio tienen las posibilidades de discutir, de planificar, de desarrollar esquemas de cooperación“.
Consultado sobre unas restricciones del Departamento de Estado denunciadas por Moncada, quien también es representante de Venezuela ante las Naciones Unidas, Tarre afirmó que EEUU lo que hizo fue señalar que los funcionarios venezolanos que están adscritos a la ONU tienen una limitación del área donde pueden viajar.
Según Tarre, esa una “práctica normal” comprendida en el tratado firmado por EEUU para albergar la ONU, el cual prevé que en caso de una “relación tensa” entre algún país y Washington no se le impida a los diplomáticos asistir a la ONU o vivir en Nueva York, pero sí se restringe su movilización por el resto del territorio.
“Una cosa que hay que aclarar es que Moncada nunca fue acreditado como embajador ante la OEA, fundamentalmente porque nunca fue aprobado por la Asamblea Nacional. Él es embajador ante las Naciones Unidas y entonces se viene de Nueva York a Washington a determinados debates o determinadas sesiones del consejo permanente”, puntualizó.
Con información de EFE