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Colegio electoral vota al nuevo presidente de EE.UU.

Este lunes se ha reunido el Colegio electoral de Estados Unidos, cuyos miembros, provenientes de todos los estados de la unión, votan oficialmente para elegir al nuevo presidente. De acuerdo a las certificaciones, se supone que Biden será elegido, pero el presidente Donald Trump afirma que tampoco aceptará esta votación, como informa Iacopo Luzi.  

La emisión de votos del Colegio Electoral en Estados Unidos, un ritual marcado por la Constitución, habitualmente ha sido un paso más de procedimiento, vital en el proceso de confirmación de un presidente elegido en las urnas pero no objeto de atención milimétrica, ‘livestreamings’ de las sesiones e incluso en algunos casos medidas de seguridad sin precedentes. Con Donald Trump, no obstante, lo habitual de nuevo se ha puesto patas arriba.

El presidente saliente está empeñado en no reconocer su derrota. Siembra dudas sobre la legitimidad del proceso electoral. Sigue sumido sin ninguna prueba que le sustente en una embestida contra la democracia que apoyan un número considerable de republicanos pero que han frenado con contundencia los estados y tribunales. Y así ha hecho que se vuelva un acontecimiento la celebración este lunes en las capitales de los estados de las sesiones donde los compromisarios de ese Colegio Electoral iban, uno tras otro, ratificando la victoria legítima de Joe Biden, que en este sistema indirecto de votación estadounidense obtuvo 306 votos frente a los 232 de Trump.

La certificación de esa victoria no estaba en duda. Aunque 17 de los estados no obligan por ley a los compromisarios a votar por el candidato que obtuvo la mayoría del voto popular, la incidencia potencial de los llamados “faithless electors”, que rompen con el dictado de las urnas, se había anticipado tan anecdótica e irrelevante como lo ha sido en elecciones anteriores.

Al final de la jornada, en cualquier caso, debían estar certificados todos los votos, que el Congreso, en una sesión conjunta, contará y ratificará el 6 de enero. Y Biden había organizado para una hora después de que acabara la última sesión en Hawai un discurso en Delaware para hablar de “la fuerza y la resiliencia de la democracia” estadounidense.

Normalidad y tensiones

Como pasó cuando los estados fueron certificando los resultados electorales pese a las presiones de Trump, en las votaciones de este lunes se imponían las normas. Los electores han organizado sus reuniones en capitolios estatales u otros locales habilitados, o vía zoom en el caso de Nevada, donde firmaban seis copias de sus votos, incluyendo la que envían al Congreso o la que va a los Archivos Nacionales.

Esa normalidad no oculta, en cualquier caso, las tensiones disparadas en EEUU, donde el trumpismo opera una campaña de intimidación y amenazas y donde este fin de semana hubo episodios de violencia en el cruce de manifestantes a favor de Trump y sus teorías conspiratorias sobre un fraude inexistente y contramanifestantes. En Washington DC hubo varios apuñalados y en Olympia, en el estado de Washington, se arrestó a un manifestante proTrump sospechoso de disparar a un contramanifestante.

Esa tensión también ha marcado la votación del colegio electoral, especialmente en algunos de los estados bisagra que Trump y sus aliados han puesto más en sus dianas para intentar revertir sus resultados. En Arizona se ha incrementado la seguridad en el edificio del Capitolio en Phoenix. Y en Michigan, donde en abril se vivieron ocupaciones armadas del Congreso en contra de las medidas de confinamiento establecidas para combatir el coronavirus y donde en octubre se desarticuló una trama de secuestro contra la gobernadora demócrata Gretchen Whitmer, se ha ido más allá y el capitolio se ha cerrado al público ante “amenazas creíbles de violencia”.

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